Friday, October 11, 2024

 

“ Una Sola Cosa te Falta”

 

 El recuerdo más antiguo, la primera vez que escuché este evangelio que hizo una impresión en mi ,

Y fue cuando estudiaba latín en mis años de escuela superior. No puedo recordar exactamente si fue al final del primer año o durante el segundo año. Si se que me impresionó y nunca lo he podido olvidar.

 

En mi imaginación veía el joven acercarse a Jesús y preguntarle qué debía hacer para ganar la vida eterna. Jesús le responde que debe guardar los mandamientos y el joven afirma que lo ha hecho desde una temprana edad. Y Jesus le da una mirada de amor y le dice, “ sólo una cosa de falta… “ Y el joven se marcha triste porque poseía mucho…

 

A través del tiempo he podido estudiar, reflexionar y  entender un poco más del mensaje de esta escena.

 

El joven que tanto poseía todavía no estaba satisfecho; algo le faltaba. Es posible que su manera de observar los mandamientos era sencillamente una manera de no cometer ciertos actos para así ganarse la vida eterna. “Si observo las reglas, si me porto bien, recibiré el premio al final de la jornada,” pensaría.

 

No importa esa posible postura, Jesús le da una mirada de amor. Jesús nos ama tal y como somos aunque ciertamente sabe lo que podríamos ser. Lo que podríamos ser, el potencial que Dios ha puesto en cada uno de nosotros. Esto es, lo que Dios desea que tú y yo seamos.

 

El joven se marcha triste. Muchas veces me he preguntado, .¿ Y qué sería de él? Me gustaría pensar que usó sus bienes para ayudar a los demás, que continuó observando los mandamientos y que no hizo de sus posiciones su dios.

 

Pero la consideración de este evangelio también nos lleva a cada uno de nosotros a preguntarnos,¿ qué es lo que me hace falta para ser lo que Dios quiere que yo sea?

 

La gente que hablamos español hemos venido a los Estados Unidos buscando unas mejores condiciones de vida. Hemos venido al país de la abundancia, donde parece que no carecemos de nada, de ningún bien material. Corremos el peligro de convertir los bienes materiales, el ganar dinero, el tener más, en el objetivo principal de nuestra vida.

 

Ciertamente los bienes materiales son un regalo de Dios. Debemos usarlos para nuestro bienestar y el de nuestras familias, debemos compartirlos sobre todo con los necesitados, pero no podemos permitir que el dinero y las cosas que podemos comprar con él, se adueñan de nosotros.

 

¿ Cómo vamos a descubrir esa una sola cosa que es necesaria para cada uno de nosotros? Éste es el trabajo de toda nuestra vida. Lo logramos mediante la oración. Pero no podemos esperar respuestas inmediatas y directas a nuestra oración. Se trata de un discernimiento diario, de abrirnos a la voluntad de Dios para que él nos dirija.” aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. 

 

Qué Padre, el Hijo, y el espíritu Santo sea glorificados en todas partes por la Inmaculada virgen María.

 

El caballero de Nuestra Señora

 

 

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