Un
amigo me envió esta reflexión escrita por su santidad, León XIV. Bain tacto y
por tanto la comparto con ustedes esta semana.
Papa León (XIV)
Hermanos
y hermanas, a ustedes hablo, sobre todo aquel que no cree, que no espera. que
piensa que Dios se fue.
A
los que están hartos del poder mal usado, del silencio de una Iglesia, que a
veces parece más un palacio que casa.
Yo
también me enojé con Dios. Yo también vi morir gente buena, sufrir a niños,
llorar a los abuelos sin medicina.
Si,
hubo días en que recé y sentí solo eco
Pero
luego escuché algo: Dios no grita, Dios susurra
Y a veces susurra desde el barro, desde el
dolor, desde una abuela que te da de comer sin tener nada
Yo
no vengo ofrecerles una fe perfecta,
Vengo
a decirles que la fe es una caminata con piedras, charcos y abrazos
inesperados.
No
pido que crean en todo. Te pido que que no cierres la puerta. Que le des una
oportunidad a Dios que te espera sin juzgarte.
Soy
sólo un cura que vió a Dios en la sonrisa de una mujer que perdió un hijo… Aún
así cocinaba para los demás
Eso
me cambió
Así
si es que si estás roto, si no crees, si estás cansado de las mentiras…
Ven igual, conn tu rabia, con tu duda, con tu
mochila sucia.
Aquí
nadie va a pedirte la tarjeta de VIP
Por
qué esta Iglesia, mientras yo suspiré, será para los que no tienen casa y será
descanso para los que están agobiados
Dios
no necesita soldados, necesita hermanos.
Tú,
si tú
Roberto
Prevost. (Leon XIV)